No esperaba aquella noche fría
Los suplicios de la agonía
Que antes cruelmente resonaban
Y tu espíritu lentamente debilitaba
Entonces pude recordar
Como a mi vida pudiste llegar
Y ahora que te has ido
Del triste lado de la soledad estoy desprotegido
No fue solo tu partida
La razón de mi sollozar
Fue también el cariño que no te supe dar
En los últimos momentos de tu vida
Libre de mi crueldad
Asciendes al firmamento
No dudes ni un momento
Olvida mi inhumanidad
En las alas de un ángel busca consuelo
Y olvida tu inmenso dolor
Regocíjate en su calor
Pues ya no hay penas en el cielo
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